Trabajando por un futuro sustentable

MEDIO AMBIENTE

El compromiso ambiental es uno de los pilares fundamentales de nuestro desempeño. Por eso en Werba hemos venido realizando importantes inversiones para sustituir los viejos procesos de reciclaje por métodos novedosos que utilizan sustancias y elementos totalmente ecológicos.

Además de regular un consumo equilibrado de materias primas finitas y disminuir el impacto medioambiental, el reciclaje de metales genera un ahorro considerable de energía al disminuir su extracción y procesamiento en origen.

Por ejemplo, la producción de una tonelada de aluminio a partir de material reciclable significa un ahorro del 95% con respecto a la energía que se necesita para obtener la misma cantidad de aluminio a partir de la bauxita.

En otros metales, el ahorro de energía es igualmente sorprendente: para el plomo, 80%; 75% para el zinc; y alrededor del 70% para el cobre. Al reciclar metales no ferrosos, aseguramos la disponibilidad indefinida de materias primas para un crecimiento económico sustentable.

Reducir la huella de carbono en Uruguay y el Mundo.

Cada año, la industria del reciclaje procesa en el mundo más de 600 millones de toneladas de distintos materiales. Estos materiales «secundarios» constituyen el 40% de la demanda mundial de materias primas.

Reciclar los metales no ferrosos con tecnologías ecológicamente sustentables es esencial para proteger el medioambiente durante el proceso de recuperación.

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Desde el punto de vista ambiental podríamos decir, en términos generales, que obtener productos a partir de material reciclado tiene numerosas ventajas. La utilización de subproductos valorizados o materiales reciclados durante el proceso de elaboración de nuevos productos puede resultar en la reducción de costos, ya que en general se requerirá de un menor consumo de energía, menor cantidad de agua y en general, menor cantidad de recursos naturales en dicho proceso, comparado con la fabricación de productos con base en materias primas «vírgenes».

Además, separar los residuos y canalizarlos a su debido reciclado, reduce en forma importante el volumen de residuos que entrarían en contacto directo con el ambiente o que serían colocados en los sitios de disposición final. De igual manera, su debida separación simplifica la recolección, el transporte y su posterior tratamiento.

Por otro lado, la recuperación de metales en su más amplio análisis de ciclo de vida, reduce significativamente las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero. En líneas generales se puede extraer que el consumo energético en la recuperación de cobre es aproximadamente un 90% menos que en la integridad del procesamiento del metal virgen.

SE PUEDE CONCLUIR QUE LA HUELLA DE CARBONO DEL PROCESO DE RECUPERACIÓN DE METALES ES SENSIBLEMENTE MENOR A LA HUELLA DE CARBONO DEL PROCESO QUE INCLUYE LA EXTRACCIÓN DEL MINERAL. LO MISMO PODRÍA DECIRSE DE SU HUELLA DE AGUA.